Las nuevas tecnologías nos hacen la vida más fácil, nos ahorran tiempo y nos ofrecen la comodidad de analizar, desde nuestras propias casas, muchos parámetros clave asociados con el campo. Los avances tecnológicos en la agricultura incluyen toda la gama de servicios de teledetección disponibles actualmente e incluyen técnicas de monitorización espacial y aparatos no tripulados como los ya famosos drones. Detectar determinadas carencias de nutrientes en nuestros suelos y cultivos, valorar el alcance de una determinada plaga o conocer el grado de humedad de los mismos es posible gracias a esta área.
El monitoreo aeroespacial va más allá de tomar simples fotos y hacerlo en el espectro visible (fuera de la longitud de onda capaz de ser detectada por el ojo humano) y se prolonga hasta el infrarrojo. Los satélites nos desvelan con suma precisión, la agricultura como nadie la habíamos podido contemplar hasta el momento. El verdadero estado de los cultivos y los suelos es revelado con la ayuda de índices normalizados.
El conjunto en general, aunque pueda sonar algo sencillo, es un sistema muy complejo y sofisticado integrado por muchas partes: los satélites toman fotografías de los campos y la tierra, después los profesionales analizan estas imágenes, los contrastan con la situación local y sacan sus conclusiones a partir de las cuales se elaboran bases de datos que permiten tomar decisiones con antelación y sobre todo acotadas a tiempo, forma y extensión.
Pero, ¿por qué la teledetección se ha vuelto necesaria para la agricultura?
Si procedes de una familia de agricultores habrás crecido y madurado con la idea de que antes los campos se cultivaban sin ningún tipo de tecnología y mucho menos de tipo espacial. Sin embargo, con la aparición y desarrollo de la agricultura de precisión, esto ha cambiado de forma radical.
Una vez recibida la información del monitoreo remoto, la agricultura de precisión utiliza los datos para aplicar el fertilizante adecuado, regar de manera inteligente, proteger las plantas controlando las plagas… proporcionándote mapas de rendimiento que sirven para ahorrar en insumos y también en recursos ayudando a obtener cosechas más productivas.
Aspectos como la compactación excesiva, la erosión o desecación del suelo o un desequilibrio en el nivel de nutrientes. Es posible gracias a esta tecnología de sondeo, permitiéndonos incluso anticipar el propio rendimiento de la cosecha, es decir, saber qué va a producir nuestros campos de labor incluso en etapas tempranas del desarrollo vegetal.
Aproximación al telemonitoreo agrícola. ¿Qué hay por encima de nuestras cabezas?
Cuando estés leyendo esto, quizá no seas consciente del todo de que alrededor de nuestro planeta está girando una cantidad nada despreciable de satélites que realizan estas labores de teledetección rastreando por ejemplo el movimiento de masas de aire en la atmósfera. Una detección a 500 m del suelo ya es suficiente, por ejemplo, para realizar un mapa de la humedad del suelo.
Debido a esta amplia cobertura y disponibilidad de los datos de imágenes satelitales, las compañías de seguros agrarios pueden medir y estudiar con precisión el estado real de tus campos en cuestión de segundos.
Pero la detección remota también nos concede la posibilidad y capacidad de predecir los riesgos climáticos y evaluar el daño natural y artificial causado a tus suelos y cultivos. Los datos de humedad del suelo ayudan a identificar las inundaciones, mientras que la detección de temperaturas críticas le permite reconocer episodios nefastos naturales como el estrés por frío.
¿Y qué pasa cuando el cielo está nublado y los satélites no captan en detalle estas imágenes? Para complementar y aumentar la eficacia de estas mediciones se utilizan los drones que cuentan con cámaras termográficas incluso pero tienen la limitación de cubrir menos superficie de parcela.
La llamada “zonificación” es otra forma de recopilar los datos precisos sobre la productividad de un campo: las variaciones en la densidad de la vegetación son captadas por sensores remotos y se visualizan en la pantalla creando un contraste de colores. El resultado es un mapa de la tierra de labor dividido en distintas áreas y parcelas (zonas)
¿Qué beneficios aportan al agricultor estas tecnologías espaciales?
- Clasificación de terrenos
- Monitoreo de cultivos
- Definición de los límites del campo y las hectáreas sembradas
- Análisis de rotación de cultivos
- Mapas de vegetación y mapas del suelo
- Control de calidad de las labores agrícolas realizadas
- Nivel de precipitación
- Clima y condiciones meteorológicas
- Pronóstico de las cosechas
- Deficiencias nutricionales y grado de propagación de plagas y enfermedades
El fin último del uso de esta tecnología es la evaluación precisa de la productividad de los campos basada en la recopilación de datos provenientes de varias fuentes que quedan almacenados en modernos y potentes software que los datos históricos sistematiza y presenta, en forma comprensible, millones de datos recibidos de todo tipo de fuentes.
La inversión general en teletedección suele representar sólo una pequeña parte de los insumos y sin embargo ofrece al agricultor, al entorno y al producto unas ventajas importantísimas:
- Reduce el coste de recursos materiales y técnicos involucrados
- Beneficia el medioambiente
- Mejora la calidad del producto
- Aumenta el rendimiento bruto
- Optimiza las condiciones de trabajo y seguridad
- Ahorra tiempo y esfuerzo laboral
- Garantiza más control
- Disminuye las primas del seguro
Con cada campaña, crece el número de agricultores que apuestan por la implementación activa de este tipo de tecnologías en sus campos.
Esto resulta más que conveniente, dado que cada año la situación atmosférica varía.
La teledetección nos da la oportunidad de automatizar las tareas agrícolas habituales.
Conclusión
Si hoy el agricultor quiere rentabilizar su explotación, las nuevas tecnologías como la teledetección son la clave para conseguirlo. El aliado obligatorio de los agricultores del siglo XXI.
¿Realizas ya teledetección en tus campos? ¿Qué métodos aplicas? ¡Déjanoslo en comentarios y comparte tu experiencia!