Con el objetivo de amortiguar la pérdida en las importaciones del grano procedente de Ucrania, nuestro país, al igual que el resto de Europa ya permite la siembra de barbechos y tierras destinadas a la agricultura ecológica. Con la adopción de estas medidas excepcionales se hace necesario recordar que la superficie destinada a barbecho y cultivos de interés ecológico, que ahora se van a poder dedicar a la siembra de maíz y girasol principalmente, representan para España el 10% de un total de sus casi 22 millones de hectáreas de suelo agrícola declarado.
En esas tierras, se apostaría por cultivar además otras oleaginosas, además del girasol como la colza o la soja.
Más de una cuarta parte del maíz importado por España y que se emplea en la fabricación de piensos para el ganado procedía de Ucrania, que era también el principal suministrador de aceite de girasol. Además, Rusia se situaba como el principal exportador mundial de trigo.
Aunque con esta medida se busca mejorar nuestro nivel de abastecimiento ya hay algunas voces que alertan sobre las consecuencias a medio y largo plazo que estas prácticas pueden tener sobre los suelos de labor.
¿En qué consiste realmente el barbecho?
Es la tierra que se deja descansar de la siembra durante uno o varios ciclos vegetativos, con el propósito de que sus distintos estratos recuperen y almacenen materia orgánica y humedad. Es una práctica habitual dentro de la rotación de cultivos. Durante el tiempo que estas tierras permanecen sin cultivar, son sometidas a una serie de labores con objeto de mejorar su predisposición al cultivo que acogerán en el futuro. El barbecho supone un ciclo agrícola de “stand-by” que permite la recarga del propio suelo para que siga siendo fértil.
En Europa, el suelo en barbecho empezó a ser habitual en la Edad Media: en las tierras de cultivo se alternaba un ciclo de descanso con otro de siembra. Durante el descanso, se arrancaban las malas hierbas (que a su vez servían como abono) de modo que la tierra recuperaba nutrientes que se habían perdido durante el cultivo así como la humedad procedente de las lluvias.
Tipos de barbecho
Existen varios tipos de barbecho:
- Barbecho trabajado
- Barbecho químico: se aplican herbicidas para la eliminación de las malas hierbas
- Barbecho mecánico más efectivo, ya que el suelo es tratado con implementos que aceleran el proceso de descomposición al enterrar las hierbas.
- Barbecho sin trabajar.
Dependiendo del tiempo de descanso, esta práctica puede ser catalogada como barbecho corto y largo atendiendo al manejo de los tiempos en el control de malezas.
- Barbecho corto, antes de la siembra del cultivo
- Barbecho largo, comienza poco después de la cosecha del cultivo precedente.
Aquí el control de las malas hierbas es clave porque éstas consumen agua y nutrientes, que son necesarios para el cultivo a sembrar.
Medidas para llevar a cabo un buen barbecho
- La conservación de la humedad del suelo
Sobre todo en los primeros centímetros del suelo, donde luego se ubicará la semilla pero también en capas más profundas para un correcto crecimiento de la planta.
2. La correcta elección de herbicidas y plaguicidas y su uso adecuado
Deberemos tener en cuenta la distribución, abundancia y naturaleza de las malas hierbas teniendo en cuenta su ciclo de crecimiento y su agresividad, además de las condiciones climáticas y climatológicas para el comienzo de los tratamientos de control.
3. Monitorización
Un control efectivo se da mientras las plantas de las llamadas malas hierbas son pequeñas y se encuentran en crecimiento; cuando las malezas ya son grandes o han sobrevivido a condiciones de estrés, tienden a volverse menos sensibles al efecto de los herbicidas.
Con posterioridad a la cosecha también deben realizarse una adecuada monitorización identificando la maleza que se encuentra naciendo ya que, al cosechar el cultivo, se elimina la competencia por los nutrientes y agua y éstas comenzarán a desarrollarse consumiendo los recursos que es preciso almacenar.
4. Presta atención a las condiciones climáticas
Durante el invierno, las bajas temperaturas y una menor radiación solar generan un menor crecimiento de las malas hierbas, con lo que utilizar herbicidas totales no tiene tanta efectividad como cuando el crecimiento es más activo.
5. Analiza el historial de la propia tierra
Conocer la historia de esta tierra y la maleza que ha albergado en periodos pasados permitirá también realizar un mejor control sobre ellas. Ojo a las malas hierbas malezas que poseen estructuras de reserva subterránea pues se mantienen durante el otoño para brotar en la primavera; es en este momento, cuando el control será más efectivo, ya que no existirán reservas para la primavera siguiente.
6. Grado de calidad de la aplicación del herbicida
Para ello es muy importante utilizar un equipo de pulverización adecuado y que el producto sea el ideal.
Todo esto nos permite concluir que, realizando un correcto control del suelo durante el barbecho, podremos almacenar agua y nutrientes y comenzar el establecimiento del cultivo sin competencias como base para lograr buenos rendimientos.
Pero entonces, ¿qué sucederá en los próximos años si utilizamos también para cultivar estas superficies dedicadas a este descanso obligatorio? ¿Corremos el riesgo de favorecer y acelerar un empobrecimiento de nuestros suelos? ¿Serán igual de productivos en la rotación de los distintos cultivos? Y más allá de esto: ¿sería conveniente aumentar las importaciones de grano procedentes de otros países como Argentina o Estados Unidos?
Esperamos tus aportaciones y opiniones.