LA RECOLECCIÓN MECANIZADA DEL ALMENDRO: PLANO GENERAL

En la búsqueda constante de optimizar los procesos agrícolas, la agroindustria ha presenciado una revolución silenciosa pero impactante: la implementación de la recolección mecanizada en cultivos tradicionalmente recolectados a mano, como el almendro. Esta innovación, impulsada por la Agricultura 4.0, ha generado un cambio radical en la forma en que los agricultores cosechan sus almendras, obteniendo beneficios sustanciales en términos de eficiencia, costes y sostenibilidad. En este artículo, ponemos la lupa en la recolección mecanizada del almendro, sus ventajas y desafíos, y cómo está transformando el panorama agrícola actual.

La Evolución de la Agricultura: Hacia la Mecanización Inteligente

El cultivo de las almendras es una parte integral de muchas culturas y tradiciones agrícolas en todo el mundo. Sin embargo, para seguir siendo competitiva en un entorno agrícola global en constante evolución, es esencial adoptar métodos modernos que impulsen la eficiencia y la sostenibilidad. La mecanización en la agricultura de almendras se ha convertido en un pilar clave de esta modernización, permitiendo una producción más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

Mecanización Sostenible en la Agricultura de Almendras

La mecanización en la agricultura de almendras abarca una serie de áreas, desde la preparación del suelo y la plantación hasta el riego y la cosecha. Una de las innovaciones más destacadas ha sido el uso de sistemas de riego de precisión, que permiten entregar la cantidad justa de agua en el momento adecuado, reduciendo el consumo de agua y minimizando el riesgo de enfermedades. Además, la automatización de la recolección mediante la utilización de máquinas cosechadoras ha mejorado la eficiencia al eliminar la necesidad de mano de obra intensiva en esta parte del proceso de producción.

Beneficios de la Recolección Mecanizada del Almendro

La recolección mecanizada del almendro ha traído consigo una serie de ventajas significativas para los agricultores y la industria en su conjunto:

  1. Eficiencia Mejorada: La mecanización permite una recolección más rápida y eficiente en comparación con los métodos manuales. Las máquinas especializadas pueden recoger almendras en grandes cantidades en un corto período de tiempo, lo que reduce drásticamente la mano de obra necesaria y aumenta la capacidad de producción.
  2. Beneficios Ambientales y Económicos: La mecanización sostenible en la agricultura de almendras no solo tiene ventajas económicas, sino que también contribuye positivamente al medio ambiente. La reducción en el uso de recursos, como agua y energía, ayuda a disminuir la huella ambiental de la producción de almendras. Además, al optimizar los procesos agrícolas, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero y se promueve una producción más limpia y ecológica.

3. Reducción de Costes: Si bien la inversión inicial en maquinaria puede ser significativa, a largo plazo, la recolección mecanizada puede resultar en ahorros de costos sustanciales al disminuir la necesidad de mano de obra manual. Además, la recolección precisa y consistente de las máquinas reduce las pérdidas y el desperdicio, lo que contribuye a un mayor retorno de la inversión.

4. Calidad del Producto: Las máquinas de recolección están diseñadas para cuidar el cultivo y minimizar daños a las almendras y a los árboles. Esto se traduce en una calidad de producto más consistente y en un aumento de las oportunidades para vender almendras de alta calidad en el mercado.

5. Optimización de Tiempo: La recolección mecanizada permite realizar la cosecha en el momento óptimo de madurez, lo que se traduce en un mayor rendimiento y en una cosecha más uniforme.

6. Sostenibilidad: Si bien puede haber preocupaciones iniciales sobre el consumo de energía y el impacto ambiental de las máquinas, en general, la recolección mecanizada puede ser más sostenible a largo plazo al reducir la dependencia de la mano de obra intensiva y al minimizar la compactación del suelo.

El cultivo del almendro en España

La distribución geográfica actual del cultivo del almendro en España muestra claramente como la mayor parte de la superficie se sitúa en la vertiente mediterránea, expandiéndose en la última década hacia otras zonas de Castilla León, Extremadura y Andalucía, donde esta especie ha sido tradicionalmente menos importante.

Uno de los últimos estudios realizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación arroja que el almendro se mantiene como el cultivo mayoritario, con cerca de 600.000 hectáreas analizadas en este estudio. Aunque en menor proporción a años anteriores, en 2020 se experimentaron crecimientos de superficie que alcanzan el 3 % en secano y el 10 % en regadío. Para este cultivo, las nuevas plantaciones suponen el 18 % del total de la superficie plantada, aunque en el caso del regadío alcanza el 26 %. Cabe destacar también en el cultivo del almendro el cambio varietal que se observa para las nuevas plantaciones. Si bien la guara sigue siendo mayoritaria, en el caso del almendro en secano, las variedades tradicionales de comuna, largueta y marcona, apenas representan un 5 % del total de nuevas plantaciones realizadas en los últimos 6 años, cuando suponen el 41% de las superficies de mayor antigüedad.

La variedad lauranne alcanza el 20 % de las nuevas plantaciones, y otras como avijor, pentacebas CSIC y Vairo suman el 17%. El cambio varietal es reflejo de una clara adaptación tanto al equilibrio del mercado y su estructura de demandas como a las condiciones de cada territorio y zona de producción.

El cultivo en seto del almendro se refiere a una técnica de cultivo en la que los árboles de almendro se plantan en forma de seto o cerca, en lugar de crecer en un patrón tradicional de árboles individuales espaciados en filas. Esta técnica busca optimizar la producción, facilitar la cosecha y el mantenimiento, y mejorar la eficiencia del uso del espacio y los recursos.

Recogida mecanizada

La tecnología ha traído consigo la recogida mecanizada distinguiendo dos formas:

 El sistema de vibradores para explotaciones pequeñas: Con un vehículo, normalmente, un tractor, se aplica una vibración al almendro, mediante una pinza mecánica que agarra el tronco del árbol y lo agita. Debajo del almendro,  se coloca una especie de paraguas invertido, que recoge los frutos que van cayendo. En menos de un minuto, el árbol se desprende de todas las almendras. Para proteger el árbol, la pinza está recubierta de goma y la sujeción debe realizarse en la parte baja del tronco.

Las llamadas cosechadoras cabalgantes, que se utilizan en los cultivos intensivos/superintensivos o en seto, donde es imposible usar el vibrador y el paraguas invertido por falta de espacio. Este sistema consiste en enormes cosechadoras que abrazan los almendros y desprenden sus frutos sacudiendo la copa de los árboles a medida que avanzan por el lindero. Este método no se puede emplear con todas las variedades, ya que los almendros no pueden ser muy altos para que la cosechadora los pueda abarcar. En los casos en los que no sea posible usar máquinas cabalgantes ni paraguas invertido, se puede aplicar el vibrador y desplegar las lonas en el suelo para que las almendras caigan en ellas y así recolectarlas con un sistema mixto.

Las primeras plantaciones de almendro en seto en el mundo fueron en España y puede conseguir unos rendimientos de hasta 3000 kg/ha. 

Con la plantación del almendro en seto se consigue:

  • Reducción de los costes de cosecha. Cosecha totalmente mecanizada en continuo.
  • Reducción de necesidades de mano de obra mediante la mecanización integral, en cosecha 150 ha/operario.
  • Mejora de la entrada en producción, haciendo un resumen aproximado comienza el año 2 con 200-600 Kg/ha, en el año 3 de 600 a 1500 kg/ha y a partir del año 4 entre 1500 a 3000 kg/ha.
  • Producciones más elevadas y más uniformes.
  • Mejora de la calidad.
  • Mejora de la rentabilidad del cultivo

Básicamente la mecanización en la recolección del almendro en seto está orientada a que sea efectuada por las cosechadoras de olivar en seto. Estas cosechadoras tienen el mismo funcionamiento básico de las vendimiadoras y se distinguen por tener dos áreas de vibración: una superior con una agitación más intensa y una inferior menos intensa. Combinan en ambas tanto varillas curvas (propias de las vendimiadoras para evitar la rotura de la uva) como varillas rectas (ya que tanto en la aceituna y aún menos en la almendra el riesgo de rotura del fruto es prácticamente nulo).

Estas cosechadoras pueden ser tanto autopropulsadas como arrastradas, en el segundo caso solo Pellenc proporciona un producto así. En el caso de New Holland la Braud 9090X Dual da unos resultados excelentes realizando unos ajustes previos para adaptar la máquina a las características del almendro. Con esta máquina se han conseguido unos rendimientos del 95% en la recolección de almendro en seto.

La Mavo de Pellenc también se está utilizando en la recolección de almendro en seto con resultados similares. Tenías por su parte ha enfocado la recolección tanto del olivo como del almendro en seto combinando el vibrador tradicional de olivar con una cosechadora cabalgante. El resultado es una cosechadora que puede realizar la recolección en almendro en seto tanto superintensivo como plantaciones con un tamaño de árboles mayor. Además, lleva incorporada una peladora que deja la almendra lista para la venta sin necesidad de más tratamientos, a diferencia de la tan aclamada Braud 11.90 X Multi de New Holland.

Desafíos y Consideraciones

A pesar de sus numerosos beneficios, la recolección mecanizada del almendro también presenta algunos desafíos y consideraciones importantes:

1. Inversión Inicial: La adquisición de maquinaria de recolección puede ser costosa, lo que puede ser un obstáculo para algunos agricultores, especialmente para aquellos con recursos limitados.

2. Necesidades de Mantenimiento y Formación: Las máquinas requieren un mantenimiento regular y un personal capacitado para operar y mantener correctamente el equipo.

3. Variedad de Terrenos: Algunos terrenos pueden ser más adecuados para la recolección mecanizada que otros. Terrenos empinados, irregulares o densamente plantados pueden presentar desafíos adicionales.

4. Personalización de la Maquinaria: Dado que cada plantación de almendros puede ser única, es importante contar con maquinaria que pueda adaptarse a diferentes configuraciones y necesidades específicas.

Un Futuro Mecanizado para la Agricultura

Hoy en día la viabilidad económica del cultivo del almendro no sería posible sin la recolección mecanizada.

La recolección mecanizada del almendro no solo mejora la forma en que cosechamos este importante cultivo, sino que también arroja luz sobre el potencial de la tecnología para revolucionar otros aspectos de la agricultura. Con una combinación de visión, inversión y adaptabilidad, los agricultores pueden abrazar el futuro de la agricultura y cosechar los beneficios de la Agricultura 4.0.

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